Barranquilla llega a la luna pero sigue amarrada a la tierra
- ppadillav7
- 27 nov
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Entre las conversaciones cotidianas de los barranquilleros cualquiera de nosotros puede escuchar en cualquier sitio donde te sientes o te detengas en el día a día hay diversidad de opiniones, algunas afirman que la ciudad está atravesando una era de avances, embellecimiento y progreso en muchos aspectos ya que la actual administración de Alejandro Char y otras autoridades han permitido que Barranquilla muestre una cara renovada y moderna al resto del país y al mundo.
Recientemente hemos sido testigos de grandes eventos deportivos, recreativos, empresariales, culturales, el anuncio de la remodelación del estadio Metropolitano etc. Todo esto refuerza aún más el discurso que Barranquilla está a la vanguardia de muchos aspectos del desarrollo económico y comercial y a si a todo esto le sumamos que parece casi una respuesta a modo de burla al actual Gobierno Nacional encabezado por Gustavo Petro en donde el mandatario ha dejado ver que no ve a la ciudad como ejemplo positivo, pues esto deja fuertemente en el imaginario colectivo del ciudadano que Barranquilla está atravesando un gran momento.
El epicentro físico de esta transformación, al menos en lo que se aprecia a simple vista parece ser el Gran Malecón del río, ese espacio de recreación, comercio y naturaleza que se ha alzado como uno de los sitios turísticos más reconocidos no solo del departamento o de la región sino también del país y si a esto le sumamos la famosa «Luna del río», esta imponente noria que se alza en medio de este icónico lugar y que parece que será el nuevo punto de interés de la ciudad pues es fácil ver por qué muchos se han quedado deslumbrados y embelesados.
Pero aquí hay que ver el otra lado de la moneda. Constantemente la ciudad recibe noticias sobre la inseguridad, atracos y diversa cantidad de delitos, especialmente en muchos sectores del sur algo que muchas personas han manifestado a forma de queja. «Y el sur pa cuando?» «Y la inseguridad?» entre muchos otros comentarios son lo que se escuchan y se leen en diversos medios.
Ante esto muchos manifiestan que es responsabilidad de la administración local por haber volcado todos los esfuerzos solo a la parte farandulesca y turística de la ciudad, en lugar de priorizar otros sectores. Como intentando engañar a la gente para que hagan oídos sordos a las verdaderas problemáticas y dificultades. Parte de la opinión popular responsabiliza al Gobierno nacional afirmando que esta situación no es exclusiva de Barranquilla y otros por su parte no libran de culpa al propio alcalde y a las autoridades locales.
Ante esto yo pienso que la situación no es blanca o negra. No es necesario condenar obras como la Luna del río, el Malecón y diversos espacios de recreación, deporte y esparcimiento que la ciudad actualmente tiene y que antes podrían ser solo un sueño. Sin embargo, de la misma forma en que no se puede estar totalmente desconectado de la realidad en un contexto personal, tampoco se puede obviar que Barranquilla debería tener claras ciertas prioridades como ciudad, prioridades que muchas veces no se les ha dado la importancia que deberían tener. Seguridad, calidad de servicios públicos, movilidad, infraestructura, responsabilidad ciudadana, entre muchas otras.
La recreación, el deporte y los momentos que se fomentan a través de los lugares de entretenimiento son fundamentales, sin embargo, estos no deben reemplazar otros aspectos en los que la ciudad lleva estancada ya varios años. Por esto pienso que Barranquilla ha crecido en muchos aspectos, no solo en extensión, no solo embelleciendo muchos lugares, también es más ciudad que hace algunos años y seguramente es mucho más que hace algunas décadas, sin embargo, también a pesar de estar buscando la luna, sigue amarrada a la tierra por varios aspectos que muchos mencionan.

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